Para vivir de la calle hay que estar en la calle.
Me paso horas en las calles de Madrid y Barcelona, y en cada una de las ciudades a las que voy por trabajo.
Es parte de mi trabajo y me lo tomo en serio. Andar, ver, vivir y descubrir las calles. Lo que pasa y lo que se vive en ellas. Descubrir hábitos y manias de la gente, rincones, jardines, estatuas, árboles, bancos y cualquier otro elemento que pueda ser wow para una acción de #streetmarketing.
Ando, ando y ando un mínimo de 1.000 pasos al día, observando, anotando, tomando fotos y a paso lento. Si un día no puedo se acumulan, llegando a tener que andar un viernes un máximo de 5.000 pasos (unos 3,5km) en el peor de los casos. Es la norma.
No se puede vivir de la calle sin estar en la calle, sin pisar la calle y sin saber lo que pasa en la calle.
Estar cómodamente sentado delante el ordenador más horas de las necesarias no es lo ideal. Hay que bajar, pisar el terreno, tocar, hablar con la gente y sentir la realidad y hablar el mismo idioma.
Y tú, ¿tienes alguna norma?