Las tendencias marcan la actualidad y todos acabamos en mayor o menor medida siguiendo su mandato. Ya sea en la moda, la alimentación o en el consumo en general, todo se rige por su influencia.
No podemos quedarnos anclados en el pasado e involuntariamente nos metemos en este ciclo. Lo mismo pasa con la publicidad y los valores que se transmiten. Hace unos años, por ejemplo, la tendencia era promocionar un coche resaltando su potencia y velocidad. Con el tiempo se pasó a destacar la seguridad, y en la actualidad la tendencia pasa por el confort y la conectividad. Las tendencias nos mantienen en la actualidad por lo que es importante estar al día y tenerlas muy presentes en nuestras acciones de marketing.
Cada marca tiene su identidad corporativa definida y sus valores, estos dos factores serán esenciales para marcar la diferencia. Calidad, servicio, precio, eco, rapidez o atención al cliente son solo algunos de los valores de marca que podemos transmitir con nuestras acciones de marketing. Lo cierto es que no podemos destacar en todos, de modo que tendremos que trabajar en posicionar nuestra marca o producto basándonos en alguna de estas cualidades. Solo así lograremos identificarnos y diferenciarnos de la competencia.
Las tendencias en marketing también son comunes como lo demuestran por ejemplo las Flashmob y los Mannequin Challenge, que hace unos años lograron convertirse en verdaderas tendencias. Casi no hubo marca que se resistiera a realizar alguno de estos desafíos y así se convirtieron en un boom. . .
Seguir una tendencia es importante pero hay que tener en cuenta que lo original y lo genuino siempre gana.
Cada vez que nuestro cerebro recibe el impacto de algo nuevo, crea un pequeño surco en el que queda grabada esa experiencia. A raíz de esa primera impresión, nuestro cerebro asociará cualquier cosa parecida que veamos a esa primera experiencia: será nuestra referencia e indefectiblemente nos llevará a la comparación. Si queremos ser una referencia tenemos que ser originales y conseguir dejar ese surco. Cuanto mayor sea el impacto, mayor será la profundidad de ese surco y, lo que es mejor, más difícil será de olvidar.
Por otro lado hay marcas o productos que se sienten muy cómodos siendo clásicos. Y el clásico siempre puede sobrevivir a las tendencias, pero… ¡cuidado! También se corre el riesgo de quedar desfasado. Todo clásico debe ser revisado y actualizado, siempre se puede innovar e incluso mejorar, sin alterar la esencia que lo hace único. Un claro ejemplo que no pasa de moda y ha sobrevivido durante décadas es el clásico hombre anuncio. Con el tiempo, se ha ido adaptando el soporte y también se ha ido innovando al añadir novedosas funciones tales como la geolocalización o volcado de itinerario al finalizar la jornada.
Seguir las tendencias es esencial para mantener nuestra marca fresca y actualizada, a la vez que fortalecer los valores que nos hacen únicos nos ayudarán a marcar la diferencia.
Oscar LLonch | CEO Belowactions- marketing no convencional